Reflexiones físicas y filosofícas que surgen en los estudios de futuro
La imagen representa la complejidad del tiempo y su relación con la percepción humana. Busca capturar la interacción entre el pasado, el presente y el futuro, transmitiendo la sensación de movimiento y cambio constante, así como una sensación de misterio y fascinación, invitando al espectador a reflexionar sobre la naturaleza del tiempo y su impacto en nuestras vidas.
En esta entrada:
Exploramos inquietudes que surgen sobre el tiempo en los estudios de futuro, particularmente desde la prospectiva estratégica, que desafían concepciones y convicciones sobre los conceptos inherentes al tiempo y el futuro.
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Este post hace parte del tema Prospectiva de si mismo o personal.
Reflexiones físicas y filosofícas que surgen en los estudios de futuro
"El pasado es historia, el futuro es un misterio, el hoy es un regalo, por eso se llama presente."
Maestro Oogway, Kung fu Panda.
Las cuestiones sobre el futuro
Al estudiar el futuro podemos partir de algunas concepciones inherentes a la cultura y eso puede afectar los pronosticos que buscamos en la futurología, particularmente en desarrollo de la prospectiva estratégica, que se vale del conocimiento de expertos, en aplicación del método Delphi, para establecer los escenarios de futuro probables y escoger entre ellos el futuro apuesta a construir, estableciendo y aplicando un plan estratégico de largo plazo.
Entonces, la prospectiva estratégica parte de la convicción, cultural, que la mejor manera de predecir el futuro es construirlo, pero no apartir de una imaginación desbocada y con tendencia a la especulación propia de la ciencia ficción, sino partiendo de análizar los antecedentes y lo vigente para que, a partir de la conjetura, pronosticar escenarios de futuro o futuribles para luego hacerlos realidad, todo esto, con participación colectiva. Es decir, cada poyecto de la prospectiva estratégica nace y culmina con una convicción voluntarista, es decir, que la voluntad humana es promotora y determinante para el momento en que el futuro se torma en presente, basicamente negando así, el concepto metáfisico del Destino.
Sin embargo, si uno de los expertos, independientemente de su gran conocimiento empírico y teórico en la aplicación del fenomeno de estudio, tiene fuertenemente arraigado el concepto de destino, comprendido como el futuro previamente determinado para cada individuo por fuerzas misticas superiores a la física que rige el universo, es decir, fuerzas metafísicas, puede comprender como un sin sentido el hecho de empujar con voluntad propia lo que ya esta previamente determinado e ineludiblemente pasará, es decir, como aquella frase zen que nos dice que "solemos encontrar el destino en los caminos que tomamos para evitarlo", precisamente por la caracterísca de "inevitabilidad" propia del concepto de Destino.
Muchas veces cuando hablamos del tiempo llegamos a callejones sin salida: ¿Cómo fluye, por qué pasa el tiempo? ¿Qué es el tiempo? y para la mente humana no bastan las respuestas que otorga la ciencia, pues el tiempo tiene su propia interpretación cultural, donde ambas nociones permean los diferentes ámbitos a nivel técnico, tecnológico, económico, social, político, ambiental y legal.
Aunque solemos resolverlo con pragmatismo, esos callejones nos inquietan con sus sombras.
¿Dónde estamos, dónde estabamos y para dónde vamos?
¿Qué es el tiempo?
¿Qué es el pasado?
¿Qué es el presente?
¿Qué es el futuro?
Las cuestiones metafisicas básicas sobre el futuro
Ahora bien, esta reflexión sobre el Destino puede ser demasiado simplista sin considerar en paralelo el concepto que algunas culturas tienen sobre el "karma" que en su definición más básica establece que el destino del futuro y lo presente ocurre en respuesta a nuestras propias acciones, desiciones y omisiones del pasado, extendiendose no sólo durante la presente vida sino a las precedentes y las futuras pues el camino hacia el nirvana culmina en una iluminación del espiritú que sólo se alcanza a lo largo de bastante vidas y bastantes formas.
En este sentido, el destino no sólo sería inevitable sino también incomprensible, debido a que sólo tenemos recuerdos de esta vida, sin posibilidad de acceder al conocimiento empirico de vidas pasadas, por lo cual no es necesario ni posible comprender el destino. Queda entonces, la via de la resignación por el porvenir y el deber a cumplir según el rol que las fuerzas metafísicas invocan para el destino individual de cada uno.
De hecho, algunas culturas comprenden el tiempo y las realidades como una espiral donde todo lo porvenir ya pasó, como un infinito "día de la marmota" universal cuyo objetivo no es la infinita creación de realidades para el multiverso, sino la de moldear el espiritu para volver a su fuente, es decir, a Dios.
Sin embargo, algo que me gusta del concepto de karma es que a la larga establece una condición voluntarista en el concepto del destino así este predeterminado, pues es nuestra acción, decisión u omisión lo que provoca nuestro destino, cosas buenas traen cosas buenas mientras que las malas traen malas, aunque parezca en algunos momentos lo contrario.
Las cuestiones fisicas básicas sobre el futuro
Respecto del tiempo y sus estudios, los físicos lo establecen como una dimensión con magnitud, es decir, puede representarse como un línea, pero al parecer, los teórícos de la física dudan respecto a si el tiempo tiene saeta, es decir, si tiene una dirección.
Baste recordar que hay dos ambitos en la física que aun no se logran conciliar, pues las teorías de lo muy grande, es decir, aquellas propias de la astronomia no se logran explicar con aquellas para lo más pequeño, es decir lo quantico, y viceversa, dónde la disrupción más conocida en el mundo popular, aun es la relatividad.
En la práctica, en la experiencia, todos concebimos al tiempo como una dirección que va del ayer al mañana, de hecho, en la gestión de proyectos y el diagrama de Gantt vamos de la semana 1 a la semana n, nunca a la semana -n, porque no es posible devolver el tiempo, pero este concepto cambia dramáticamente si en el análisis se involucrase a la teoría de la relatividad.
¿Si el tiempo fluye hacia adelante como un río, a qué velocidad viaja? Pues si el tiempo recorre una hora en una hora, entonces, su velocidad es de una hora por hora (H/H=1). La verdad, este resultado no tiene mucho sentido.
Pero no nos afanemos, no vamos a construir aquí una máquina del tiempo, ni las variaciones quanticas van a afectar (por ahora) mis proyectos de corto, mediano y largo plazo, sino que aún quedan algunas dudas generales, que muchos nos planteamos y exploramos a continuación.
¿El tiempo existe?
Y es que esa es la cuestión, vovemos a la duda de si es una dimensión o si acaso se trata de una percepción colectiva. Si revisamos la ley de Newton o la ley de Maxwell volvemos al tema de la dirección del futuro, y así en varias otras leyes de la física y sus teorías: en ninguna se define distinción alguna entre el pasado y el futuro.
Entonces, ¿Si el pasado y el futuro no existen, por cuanto el uno ya pasó y el otro aún no ocurre, lo que llamamos el ahora, es decir, la realidad, realmente exite?. Si ninguna de las leyes de la ciencia que estudia la realidad distingue el pasado del futuro, ¿cómo construyes un experimento en el cual el pasado se recuerda y el futuro genera expectativas que se hacen realidad?
Ahora bien, se ha medido que el tiempo pasa más lento o más rápido en función de la velocidad o según la altura. Es decir que la gravedad y el desplazamiento afectan al tiempo como a otras mágnitudes de la física, tal cómo pasa con las ondas/corposculo que se denominan fotones y que todos conocemos como la luz. ¿y cómo es que se sabe esto? pues se han puesto relojes en lo alto de un edificio asi como en el piso bajo y se ha visto que van en diferente ritmo, salvaguadando, obviamente, que la gravedad no este afectando de forma indistinta el mecanismo del reloj, descubriendo que en el piso alto el tiempo va más lento.
Y para la velocidad, esto se ha visto con el GPS: El GPS se tiene que corregir y se corrige con la relatividad, ante el efecto que se tiene respecto del tiempo que va más lento en un vehículo que va más rápido.
Einstein, la relatividad y el futuro
De acuerdo con la física y la teoría de la relatividad, hoy se sabe que el tiempo es una dimensión como el espacio; y así como en el espacio no hay ninguna dirección que sea especial sobre por lo cual arriba, abajo, al lado, derecha, izquierda, oriente, occidente y demás, ninguna es mejor que otra, de tal manera que, por convención, la distancia entre a y b tendrá la dirección o linea con saeta que determine el investigador para su problema de investigación. Es decir, aunque con magnitud y estandarización precisa, siempre dependerá del punto de vista del observador.
Si todas las direcciones son iguales en el espacio, en el tiempo debería pasar lo mismo respecto del pasado, el presente y el futuro. ¿Cual de los tres existe, cual de los tres no existe, no existe ninguno, existen todos en simultaneidad, són sólo tres o resulta que son más y aún no son famosos o no tienen nombre?. Además, todo esto considerando que el presente en su incontenible realidad es sólo un instante muy inferior a un segundo.
El tiempo es un flujo constante e imparable en el cual no hay ninguna dirección privilegiada y sin embargo, las cosas se mueven hacia el futuro. Es más, en las leyes de la física clásica, como las de Newton, las de Maxwell o la mecánica cuántica, en ninguna de ellas aparece ninguna dirección para el tiempo, nada que diferencie el futuro del pasado o del presente, ni si quiera la dirección de la saeta que imponga el observador.
Entonces, ¿de dónde viene esta diferencia? ¿qué es lo que marca la diferencia entre pasado y futuro?.
Una posible respuesta pudiera decirse que en la voluntad del observador: puedo decidir si ir a la izquierda o a la derecha en el espacio, pero no puedo ir al pasado o al futuro a voluntad, sólo puedo estar en mi presente, pero eso sería pasar por alto que no puedo estar en la izquierda y en la derecha al mismo tiempo, es decir, mi ubicación en el espacio es directamente dependiente de mi ubicación en el tiempo, y así con todas las cosas del mundo físico. (Puede leerse como algo loco, pero para mejor ilustración tratar de comprender el principio de incertidumbre de Heisemberg o la paradoja del gato de Schrödinger).
Una posible respuesta está en la entropía. El universo nació en un momento de muy baja entropía (absolutamente comprimido) y desde entonces se mueve hacia un estado de alta entropía (se mueve desde su centro, se expande). Así que la dirección del tiempo sería la dirección que marca el aumento de la entropía. Tendriamos un punto de referencia universal, al igual que no hay arriba abajo en el espacio hasta que te sitúas cerca de la Tierra como punto de referencia. Entonces, el tiempo y el espacio no tienen direcciones privilegiadas sino hasta que te sitúas cerca del Big Bang. El Big Bang sería el reloj y la brújula del cosmos.
Sin embargo, al mismo tiempo, Einstein con la relatividad pone en jaque el concepto de simultaneidad. Es decir, antes de Einstein la física clásica entiende el tiempo como un ritmo de "tic-toc" estandar para todo el universo, de tal manera que aqui y ahora yo escribo este blog mientras tú estás en tu mañana típica dominical en la ciclovia, la cama o la cancha de futbol. En ese plan se concebiá que está todo el universo, hasta la formulación de la teoría de la relatividad (los no físicos aun lo concebimos como tal).
Ahora, en aplicación a la teoría de la relatividad, resulta que cada ser tiene su ahora individual, todos estamos en nuestra "burbuja espacio-temporal" del ahora. Lo grave es que esas burbujas pueden llegar a ser incompatibles, o que la burbuja del ahora de la persona X son cosas del ahora del futuro de Y.
Y estas cuestiones hacen plantearse a los físicos como que ya todo ha pasado y que la noción del tiempo es la traducción del cerebro organizando la simultaneidad de eventos re-organizados como recuerdos y expectativas. Algo así como la percepción de la realidad del Dr. Manhattan en de The Watchmen.
Conclusión
Llega a pensarse, entonces, que la realidad espacio temportal existe, sólo que es el todo en todas partes al mismo tiempo, sin espiral de karma que te lleva al nirvana, a la fuente, a Dios. ¿O si?, ¿a caso no son lo mismo?
El tiempo sigue siendo una gran incógnita en lo físico, lo metafísico y en la percepción de cada quien, pero no es viable esperar a la respuesta sabiendo como saben lo profesionales en salud que prevenir eventos evitables salva vidas y que pronosticar tratamientos correctos también.
Aún así, evitar que la paralisis por análisis se materialice, tampoco impide que podamos deleitarno o participar en la resolución personal, espiritual o científica de estas mismas cuestiones.
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